La palabra maravillosa se refiere a algo extraordinariamente bueno, algo que no se puede explicar por las leyes de la naturaleza, eso, eso es la vida.
Hay tantas razones diarias por las cuáles sentir dicha, como tu familia, las personas que se convierten en una, algún paisaje, una cita, un sentimiento o una señal divina. No desperdicies ningún momento para agradecer, para sentirte afortunado o dichoso, recuerda que agradecer es pedir dos veces, es la interpretación intangible hacía Dios sobre deseos y verdades absolutas.
Hoy escribo sobre este tema ya que veo a el ser humano desenfocado, perdido; Integrado a vanalidades y tragedias en comentarios, estilos de vida y demás. ¿por qué no sentirnos afortunados? ¿por qué no vibrarnos dichosos?
El único momento que existe es el ahora y si lo estamos pasando, ¿por qué no disfrtutarlo? La vida se basa en verdades muy profundas, en realidades del ser en las cuáles tenemos que vernos a nosotros mismos, en Dios, en logros, en aciertos.
La vida se trata de arriesgar, de perderlo todo, de empezar de nuevo; Se trata de cambios, de aprendizajes, de placer. Vive hoy, vive ahora, vive consciente.
¡La vida es maravillosa!
Un libro, la sonrisa de un extraño, una llamada o una buena noticia. Recuerda que en tus tristezas, en tus verdades por más incómodas que sean se encuentra la dicha de saberlo, la estabilidad y la confianza.
Siempre que pidas algo recuerda hacerlo con todo el corazón, con toda la fuerza y con un motivo en concreto. No dejes de bailar, de brillar y de hacer. Recuerda que tus momentos de obscuridad solo son pasajeros y recuerda que todos estos momentos, en este plano, son solo instantes, ¡disfruta cada uno de ellos!
Confía, cree en ti, recuerda que nunca estás solo, recuerda que tienes un fin, un motivo y circunstancias para siempre seguir.
Corre, salta, sonríe, festeja, disfruta, ¡vive! Esta es tu oportunidad, la vida misma es tu momento, no lo dejes pasar. – Diego De la Torre